TRASTORNADOS PERO NO PERTURBADOS

RESPICE POST TE. HOMINEM TE ESSE MEMENTO. MEMENTO MORI.











lunes, 1 de octubre de 2018

LA KEJARITOMENÉ

¿Por qué la Virgen fue concebida sin pecado original? Lo explica el principio teológico de la comunicación de idiomas: cualquiera de las cosas que se puedan decir de las naturalezas de Cristo, se dice de Cristo mismo. Pues bien, el pecado original se transmite por generación. Como Cristo no tenía padre biológico, por lo tanto, la carne de Cristo era la carne de María. O dicho de otro modo; la carne de María era carne de Cristo. Por lo tanto, para que Cristo no tuviese pecado, María no debería tener pecado. Es decir, siendo humana, nacida de humanos que transmiten por generación el pecado original, debió ser preservada de esta herencia. Redimida del pecado, pero no liberada, sino preservada. Por eso el ángel la saluda como la kejaritomené o llena de gracia antes de la Resurrección de Jesucristo. Si la persona es la unión de cuerpo y alma y las mujeres dan a luz personas y no naturalezas, María no es otra cosa que Madre de Dios: la persona de Cristo, verdadero hombre y verdadero Dios, naturaleza divina asumida pero no mezclada ni confundida. Si Cristo hombre murió, María mujer también murió. Si las Escrituras dicen que no hallará corrupción el Santo de Dios, la que es carne de su carne tampoco puede experimentar la corrupción o las Escrituras fallarían y no dirían la verdad y, de alguna forma, la carne del Santo experimentaría la corrupción. Si María es Inmaculada, llena de gracia como Adán y Eva antes de la caída, y Madre de Dios, y la causa distintiva del pecado es el miedo a la muerte, María no experimentó la muerte como nosotros, sino como tránsito al encuentro de su Hijo resucitado. En esto consiste la idea de la dormición, en la forma de experimentar el tránsito. Si Cristo fue resucitado y ascendió a los cielos, para prepararnos una morada y venir a buscarnos ¿a quién vendría a buscar primero? Si Cristo glorificó al Padre, es decir, lo honró y Dios manda honrar al padre y a la madre ¿dejó de glorificar a su Madre? La glorificación de María se produjo de forma paralela la glorificación de Jesús, la carne de su carne: no experimentando la corrupción, mediante la asunción al cielo en cuerpo y alma. Alguien podría pensar que la preservación de Dios pudo darse en Jesús y no en María, pero se olvida de tres cosas que habría que explicarle: 1.- Cristo no necesitaba ser redimido, ni por preservación ni por liberación. Era Dios, pero su carne era humana y necesitaba un "arca" acorde a las necesidades de su carne. Isaías 7, 14 "He aquí que una doncella está en cinta y va a dar a luz un hijo, y le pondrá por nombre Emmanuel" Por eso dice San Agustín: "El que está en tu corazón, se forma en tu seno, llena tu espíritu, llena tu vientre" 2.- La profecías se debían cumplir tal y como estaban pronunciadas. Esto lo anunció también Jesucristo (Lc 24, 25: "Insensatos y tardos de corazón para creer todo lo que dijeron los profetas") 3.- El ángel la llama KEJARITOMENÉ (llena de gracia) en la Anunciación. Una novedad únicamente utilizada para María. En Hc 6, 8, para decir que Esteban estaba lleno de gracia se emplea la fórmula "pleres pisteos" y no "kejaritomene" Dice San Ambrosio: "Si María hubiese conocido que se había hecho una salutación semejante a algún otro -como que conocía perfectamente el concepto de la ley- nunca se hubiese asustado ante ésta como si fuese extranjera"

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